Lo que nos hace sufrir, lo que nos estresa, no es el dolor, no es la perdida, no es no tener dinero, no es no tener trabajo, no es no conseguir lo que queremos, no es no estar con la persona que queremos, no es estar enfermo, no es estar muriendo…..

Lo que nos hace sufrir SÓLO es la relación que tenemos con el deseo de que las cosas sean diferentes de lo que son. Deseo de placeres sensoriales, deseo de ser alguien o de no ser de una manera particular… Lo que nos hace sufrir es nuestra manera de relacionarnos con la experiencia, siendo su amigo o su enemigo. Las cosas son como son, pero aceptamos o rechazamos lo que es. ¿Estamos apegados al deseo de querer o sentir algo diferente de lo que hay, rechazando esa realidad o al contrario dejamos ir, soltando?

“Si dejas ir un poco, tendrás un poco de paz. Si dejas ir mucho, tendrás mucha paz. Si dejas ir completamente, tendrás completa paz” Ajahn Chah.

Es la combinación de insaciabilidad del deseo (una sed que no puede ser completamente satisfecha o saciada, pero que nosotros de todas maneras, nos sentimos obligados a tratar de satisfacer), junto a nuestra falta de voluntad de simplemente soltar, lo que genera sufrimiento.

Es nuestro apego al deseo de que las cosas estén de una manera determinada lo que crea el sufrimiento. Es nuestra reacción de necesitar deshacernos de lo que no nos gusta lo que de hecho genera sufrimiento. En lugar de rechazar lo que hay (sensaciones o sentimientos desagradables, dolor físico, etc.), el Mindfulness nos enseña a dar la bienvenida a aquello que nos “molesta” y aceptar el momento tal cómo esAceptar significa reconocer las cosas tal cómo son aquí y ahora, no significa estar pasivo ni renunciar a mejorar lo que se puede cambiar, pero en otro momento. Es sabiduria, aceptar la realidad que ya está aquí, y por eso no se puede cambiar nada ahora, sólo se puede aceptar. La idea es que cada momento es completo, no hay nada que añadir, nada que quitar, de cierta manera podemos decir que cada momento es “perfecto”, con todas sus imperfecciones. La felicidad no puede existir sin el sufrimiento. Tal como la derecha no puede existir sin la izquierda, el día sin la noche, la cara de una moneda sin la otra. El sufrimiento nunca es un problema si lo tomas por lo que es: el mejor aprendizaje para crecer. 

Lo que aceptas se transforma, lo que resistes no solamente persiste sino también crece. ¡Rechazando lo que no queremos ver en nuestra vida, creamos el efecto opuesto: auto-alimentamos lo que nos gustaría no tener!

La solución: Observa, Explora y Suelta.

Explora la experiencia que tienes en vez de querer cambiarla. ¿Qué siento?  ¿Cómo me siento? ¿Cómo es este dolor, superficial, profundo…? ¿Qué tipo de pensamientos tengo? Etiquétalos ¿Qué me está pasando? Sé un observador desapegado. Para eso, transfórmate en un científico, investigando cada momento presente tal como es, sin BUSCAR NADA, SIN QUERER CAMBIAR NADA, investigando tu “laboratorio”: “tu” vida.

A fin de lograr ese estado mental, nada (sea lo que sea) debería enfocarse desde el prisma de “yo” o “mío”. Es decir, NO TE TOMES NADA COMO ALGO PERSONAL. Somos uno, UN TODO, interconectados. Cuando empiezas a decir “yo “, “mío”, “mía”, mi trabajo, mi dinero, mi pareja, mi hijo, mis padres, mi cuerpo, mi vida…el ego se activa y el sufrimiento está cerca.

Recuerda también que TODO ES IMPERMANENTE, todo cambia continuamente, así pues ¿por qué apegarnos a algo transitorio que va a transformarse o a desaparecer de todos modos? Por eso nada puede ofrecernos una felicidad permanente. Es mejor saberlo y disfrutar así plenamente de las cosas agradables cuando están aquí y no preocuparse por las desagradables, que desaparecerán en algún momento u otro.

El antídoto al estrés de la vida moderna y al sufrimiento es practicar Mindfulness (35 años de investigaciones científicas y miles de personas que ya se han formado en MBSR lo han comprobado): DEJAR IR, DEJAR SER, SOLTAR, OBSERVAR, EXPLORAR, ABRAZAR EL MOMENTO, ENAMORARSE CON EL AHORA, TAL CÓMO ES,  CONTAGIAR BONDAD Y AMOR A TODOS,  DAR LAS GRACIAS POR SER CAPAZ DE INSPIRAR Y ESPIRAR, DAR LAS GRACIAS POR EL MILAGRO DE PODER VIVIR ESTE SEGUNDO, Y ESTE, Y EL SIGUIENTE…

No se puede dejar la MENTE sola. Necesita vigilancia constante. Si no te ocupas de tu jardín, las malas hierbas van a crecer demasiado. La mente no te pertenece, pero eres responsable de ella. (Sayadaw Tejaniya)